Ciudad de México, 4 de octubre (SinEmbargo).– Cerca de 2 mil empresas del distrito de modas de Los Ángeles, California, fueron advertidas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de que serán sometidas a un mayor escrutinio, después de que una operación federal encubierta descubriera que almacenes y tiendas son utilizadas por cárteles mexicanos para lavar dinero.
La revisión, tratándose del Departamento del Tesoro, será sobre sus cuentas y operaciones financieras y bancarias.
Los Ángeles Times informa que la medida tomada por el Departamento del Tesoro marca una de las más grandes acciones jamás emprendidas por las autoridades federales y es el último intento de reprimir operaciones financieras vinculadas con el comercio de la droga.
Los Angeles, dicen las autoridades, se ha convertido en el epicentro para el blanqueo de ganancias de narcóticos.
Algunos negocios en el distrito de la moda, con su alto volumen de comercio al mayoreo con México, se han utilizado para convertir las ganancias del narcotráfico en mercancía que se pueden exportar a México y vendidas en pesos.
El diario dice que la anterior medida fue la redada (un operativo llamado Fashion Police) en la que participaron mil agentes agentes para buscar y capturar personas, así como cancelar escaparates, almacenes y viviendas.
El 11 de septiembre pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos señaló a Luis Ignacio Muñoz Orozco, ex funcionario de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en el sexenio del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa y ex dirigente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Culiacán, Sinaloa, con el operativo Fashion Police.
Las autoridades estadounidenses investigan cómo empresas de ropa, de las que no se revelaron los nombres, presuntamente ayudaron a los cárteles a llevar a México los ingresos procedentes de sus ventas de droga en Estados Unidos.
Los cárteles mexicanos ya han utilizado empresas textiles y de juguetes en Los Ángeles para lavar dinero, pero “la magnitud del caso actual y su impacto potencial a largo plazo son verdaderamente sin precedentes”, subrayó al diario The Wall Street Journal, Claude Arnold, agente especial a cargo de la división de Investigaciones de Seguridad Nacional del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).
Washington documentó el caso de los propietarios de un negocio, que habrían lavado dinero como pago para rescatar a un familiar, un vendedor de cocaína, que había sido secuestrado y torturado en un rancho de México por el cartel de Sinaloa.
Durante la última década, bancos tanto de Estados Unidos como de México han impuesto requisitos más estrictos con el objetivo de obstaculizar el terrorismo y el flujo de dinero ilícito a través de las frontera entre ambos países.
“Los carteles han intentado pasar de contrabando a México el dinero de las ventas de drogas en Estados Unidos a través de la frontera escondiéndolo en vehículos, pero los investigadores federales también han intensificado las medidas para prevenir esto”, cita el diario.
La revista inglesa The Economist explicó el 20 de septiembre pasado que convertir el dinero sucio de la venta de drogas en moneda limpia se ha vuelto más difícil para las bandas de narcotraficantes mexicanos como resultado de las regulaciones bancarias.
Por ello, agregó, los cárteles han optado por blanquear sus ganancias en el comercio fronterizo.
El semanario inglés citó documentos de una corte de Los Angeles, los cuales revelan cómo varios negocios de prendas de vestir así como fabricantes de juguetes ayudaron a los narcotraficantes a transportar sus ingresos de ventas de regreso a México.
“El esquema es relativamente simple. Un corredor de pesos en el mercado negro entra en contacto con importadores mexicanos que quieren comprar bienes para un negocio en Los Angeles. El corredor luego encuentra a una pandilla en los Estados Unidos que paga la factura del importador utilizando dólares de la venta de drogas. El importador paga el intermediario en pesos; el corredor se lleva su parte y da el resto a los narcotraficantes en México”, explicó la publicación británica.